Comunión espiritual



Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente presente en el cielo y
en el Santísimo Sacramento del Altar.

Te amo sobre todas las cosas
y deseo vivamente
recibirte dentro de mi alma,
pero no pudiendo
hacerlo ahora sacramentalmente,
venid al menos espiritualmente
a mi corazón.

Y como si ya te hubiese recibido,
me abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás
me aparte de Ti. Amén


(San Alfonso María de Ligorio)