Oración de abandono



Ayúdame, Señor, a ser para todos una persona que atiende sin cansarse, que escucha sin fatigarse, que acoge con bondad, que da con amor.

Que todos estén siempre seguros de encontrar cuando haya necesidad, a ser una presencia segura a quien se pueda encontrar cuando se desea, a ofrecer una amistad reposada que enriquece por ti y contigo. A irradiar una paz gozosa, tu paz, oh, Señor. A estar recogido en ti, siempre disponible y acogedor con todos.

Y por eso no me abandone tu pensamiento para permanecer siempre en tu verdad y no venir a menos en tu ley.

Y así, sin hacer obras extraordinarias, sin vanagloria, yo pueda ayudar a los otros a sentirte más cercano para que mi alma te acoja a cada instante.

Amén.